Incluso sin zapatos podemos andar, descalzos, sin que nada más importe, avanzar en un tiempo en el que todo son piedras en nuestros caminos y en el que la frase "o comes o te comen" es la que más escucho al cabo del día... ¡Y qué verdad es!
No pierdas nunca la mirada, que nadie borre una sonrisa de tu cara, que los problemas no existen y que son situaciones necesarias para aprender y por eso no debemos dejar de sentir felicidad por todo aquello que conseguimos día a día.
Hoy es hoy y siempre.
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